Debemos cultivar más la humildad para mejorar en nuestras gestiones de venta, es decir lo ideal después de cada gestión sería tomarnos un tiempo para discernir lo que hicimos bien de lo que hicimos mal, que nos falto explicarle al cliente, si mis tiempos fueron correctos, Intente el mejor cierre con el cliente, etc.A mi, me ha pasado alguna vez que podría jurar que no me equivocaba pero recurriendo a lo escrito me cerciore de que estaba en un error.
Incluso a veces, errores absurdos como olvidarnos de un precio base de nuestro catalogo o de una característica primordial de nuestro producto.
También sucede que la tendencia del vendedor es la de creer que ya aprendió lo suficiente en sus años de colegio, ahora solo tiene que dedicarse a trabajar, así día tras día salga a la calle y vuelva sin resultados, no nos paramos a analizar el motivo de esta falta de éxito.
Bien amigos, no hay secretos más allá del auto-conocimiento, debemos identificar para que somos buenos y en que erramos más a menudo, en que partes de la gestión podemos sobresalir pero en cual tenemos más carencias, no hay otra manera de superarse que aprendiendo cada día de nosotros mismos, para ello les propongo un sencillo ejercicio:
En una hoja de papel definan en dos columnas, Virtudes y Carencias, pídanle a un compañero de trabajo que haga lo mismo sobre su persona y comparen los resultados.
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